Para mi es un placer contar mi anécdota antes de yo ingresar a la ESP.
Hace aproximadamente 1 año atrás trabajaba en el taller de mi tío Hernán en su taller de Ingeniería Industrial en aquel lugar trabajábamos haciendo mantenimiento de maquinas de todas las empresas agrícolas del sector y fuera del sector, construyendo maquinas que hacían el trabajo de los agricultores mucho más fáciles como: Bandas de distribución alimenticia, carrosas para regar el abono, antenas de dispersión de electricidad, carritos que inyectan la semilla en el suelo y muchas fascinantes máquinas más y accesorios de metal.
Trabajando con metales como: Hierro, cobre, plata, acero inoxidable, aluminio.
Al hacer estos trabajamos se necesita mucha precisión y fuerza física como fuerza mental para lograr un resultado en el producto perfecto, el personal de trabajo al inicio cuando ingresé a trabajar con mi tío éramos: Mi tío Hernán, Don Darío, los pasantes que tenían practicas de la U y yo. Cada uno distribuidos con una diferente función para que el taller funcione y se mantenga impecable, un equipo muy eficaz.
Estábamos construyendo la estructura de el techo ya que se remodeló las instalaciones para trabajar bajo techo en mejor ambiente, mientras la grúa ponía la estructura una por una coordinada previamente por mi tío, don Darío soldaba, los pasantes y yo pasábamos cepillo de acero y le dábamos el acabado, pasamos todo el día y toda la semana dejándolo con un acabado sensacional y sobre todo muy seguro, cada uno con una diferente función pero trabajando para un mismo fin.
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